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viernes, 7 de diciembre de 2007

El Control del Plan

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En este contexto, para desarrollar un sistema de control, que en teoría es simple, es necesario contestar a los siguientes interrogantes:
  1. ¿Qué tipos de sistemas de control son posibles?
  2. ¿Qué medimos y cuándo?
  3. ¿Cuánta información necesita la gerencia para ejercer el control?
  4. ¿Qué se controla?
  5. ¿Qué técnicas de control pueden ser incorporadas?
  6. ¿Cómo se controla la calidad de información?
Control significa "lograr mantener las características o el valor de una variable dentro de los límites previamente fijados". Dicho de otra forma, el control significa "hacer que los procesos se ajusten a los deseos o al plan del que lo ejerce". El control es, por tanto, un requisito de la empresa en general, en caso contrario los recursos serán infrautilizados y difícilmente se alcanzarán los objetivos.
El sistema de control deberá ser desarrollado en aquellas operaciones, resultados y decisiones que garanticen el éxito de la empresa en la consecución de sus objetivos. Desarrollado el trabajo anterior, la empresa dispone de un instrumento que le visualiza cuantitativamente la situación previsible en la que la empresa se va a ir situando en los distintos momentos del tiempo que están enmarcados en el horizonte temporal estudiado. Dispone, pues, de unos "estados provisionales" facilitados por el desarrollo presupuestado, pero estos estados provisionales pueden no reflejar exactamente las intenciones de los responsables financieros.
Es claro, por otra parte, que el partir de un presupuesto viable, con un pequeño superávit y con un perfil próximo a cero, da garantías para el cumplimiento de los objetivos establecidos, pero no todas. Ello es así porque no todas las bases y objetivos establecidos lo están de una forma precisa y definitiva, sino con márgenes de flexibilidad, a veces muy amplios, lo que afecta al presupuesto y éste lo refleja numéricamente. Ello hemos de analizarlo antes de que se ponga en marcha definitivamente.
En estas condiciones se hace necesario dos tipos de control del presupuesto:
  • Control a priori.
  • Control a posteriori.

Control a Priori


Como hemos dicho se realiza antes de poner en marcha el Presupuesto de Capital y tiene como objetivo el comprobar que éste garantiza y ayuda al cumplimiento de los objetivos empresariales. Como es obvio, el análisis será dinámico en base a ratios aplicados a los estados provisionales que nos proporcionen la información deseada, sobre la bondad de las estrategias y políticas establecidas a priori, es decir:
  • Estrategia Financiera.
  • Estrategia de Capital.
  • Política de Circulante.
En cuanto a la Estrategia Financiera, ésta nos informaba sobre la descomposición del Cash-Flow recursos generados, es decir, sobre la política de amortizaciones técnicas, de reservas de dividendos, si bien las cargas financieras reflejaban, en su caso, una consecuencia de la política de endeudamiento. Así pues, aplicaremos ratios que nos informen de ello. Teniendo como base la totalidad del Cash-flow y sin tener en cuenta los impuestos:

Q = CF+D + CAT+R

  • Ratio de Crecimiento = R / Q
  • Ratio de Rentabilidad = D / Q
  • Ratio de Mantenimiento = CAT / Q
  • Ratio Residual = CF / Q
Siendo:

Q = Cash-Flow total neto.
R = Dotación a Reservas.
D = Dotación a Dividendos.
CF = Cargas Financieras.
CAT = Cuota de Amortización Técnica.

No obstante lo expuesto, puede hacerse necesario entrar en detalle de la composición del Cash-Flow; nos referimos al control de seguimiento de algunos de los componentes del coste de las ventas como, por ejemplo y debido a su importancia, los costes de personal, gastos de viaje, arrendamientos, publicidad, etc. En este caso, se tomarán las relaciones o ratios necesarios para el control y seguimiento de tales partidas, y que podemos encontrar en cualquiera de los manuales al uso.
En cuanto a la Estrategia de Capital, en ella se diferencian lo que son las operaciones de inversión de las de financiación. Para las primeras aplicaremos unos ratios económicos y para las segundas ratios aplicados a la estructura financiera:

1. Ratios económicos. Es posible utilizar varios ratios en este contexto con sólo subdividir el Activo fijo en las partidas que lo componen y hacer una distribución de los beneficios obtenidos con cada uno de ellos; pero podría ser en un segundo análisis si es necesario. Es más importante y fácil de visualizar tomando en un primer momento la relación entre el beneficio obtenido y la inversión total necesaria para obtenerlo. Así, tenemos que el ratio a utilizar en un principio será:

R = BAIT/AT = Rentabilidad del Activo

Siendo :

BAIT = Pv x V - (mp + mo + gg + CAT)
AT = Activo Total Neto

Es posible y aconsejable utilizar como otra aproximación la variable anterior pero neta de impuestos, es decir el Beneficio antes de intereses o BAI.

BAI = Pv x V - (mp + mo + gg + CA T) - Impuestos

Siendo :

mp = gasto anual en materia prima
mo = gasto anual en mano de obra
gg = gasto anual en gastos generales

No obstante, puede hacerse necesario entrar en detalle de "composición" del Cash-flow; nos referimos al control de seguimiento de algunos de los componentes del coste de las Ventas, como puede ser, debido a su importancia, los costes de personal, gastos de viajes, arrendamiento, publicidad y propaganda, etc. En este caso se tomarán las relaciones o ratios necesarios para tal control y seguimiento.

2. Ratios de estructura financiera. Estarán destinados a analizar la situación en el pasivo de los capitales propios y los ajenos, así como el coste de cada una de las fuentes respectivas. Entre ellos tendremos:
  • Ratio de Endeudamiento (L) = CA / CP
  • Grado de Autonomía Financiera (Ga) = CP / (CP + CA)
  • Grado de Dependencia Financiera (Gd) = CA / (CP + CA)
Siendo:

CA = Capitales ajenos
CP = Capitales propios

El coste efectivo de cada fuente financiera se calculará aplicando el criterio del Tanto Interno de Rendimiento al proyecto de financiación contratado para cada fuente financiera. De la misma forma se procederá a la hora de calcular el coste efectivo global de la empresa. Política de Circulante. Sería analizada en base ratios que informaran sobre la solvencia, liquidez en sus distintos grados, así como analizar la parte de circulante que tiene carácter de permanencia, o sea, el Fondo de Rotación Real.

Solvencia Total (Sto) = AT / CA
Solvencia Técnica (Ste)= AC / PC
Tesorería (Ts) = (Disp. + Real. C/p) / PC
Disponibilidad Inmediata (D,) = Disponible 1 PC
Liquidez (Li) = (Disp. + Real. C/p) / AT
Ratio de Fondo de Rotación (Rfr) = FRR / AT

Control a Posteriori

El control a priori tiene como objetivo el comprobar que el presupuesto garantiza y ayuda al cumplimiento de los objetivos empresariales. Asimismo, toma como base ratios aplicados a los estados provisionales que nos proporcionen la información deseada sobre la bondad de las estrategias y políticas establecidas a priori. Pues bien, el control a posteriori sanciona definitivamente la bondad del presupuesto puesto ya en marcha, ya que compara lo obtenido con lo presupuestado. En otras palabras, cuantifica las desviaciones habidas en la gestión del presupuesto en relación con los objetivos previstos, para inmediatamente poner en marcha decisiones tendentes a su corrección.
Este control se establecerá en base a los estados económico-financieros que plasmen y cuantifiquen las distintas estrategias, políticas y previsiones establecidas inicialmente y sobre las cuales se llevó a cabo el análisis a priori.
Es importante matizar que el tiempo que transcurra desde que se van obteniendo resultados hasta que se lleva su correspondiente análisis a posteriori ha de ser lo más corto posible para que, en caso de desviaciones importantes, se tomen las medidas correctoras correspondientes y el presupuesto vuelva a su cauce previsto.
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Viabilidad del Presupuesto de Capital

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En estos momentos ya tenemos cuantificado el Presupuesto de Capital y además manteniendo la igualdad básica patrimonial entre las estructuras económica y financiera. Pero ello, no es suficiente para dar carpetazo final a la elaboración del Presupuesto y su inmediata puesta en marcha.
Efectivamente, lo desarrollado con anterioridad no presupone que la empresa permanezca u obtenga el equilibrio necesario y buscado para su funcionamiento normal. El equilibrio entre aplicaciones y orígenes no sólo es necesario en la estructura de partida de la empresa, sino en el presupuesto, expresivo de la cuantificación de sus estrategias y objetivos.
Concluimos que el equilibrio en el presupuesto es necesario obtenerlo, por lo que nos obliga a encontrar un perfil presupuestario cercano a cero, para el cual orígenes y aplicaciones se igualen o tiendan a ello con un mínimo de variación. El aceptar la necesidad de un equilibrio perfecto sería un camino erróneo, por lo que se hace necesario considerar un cierto margen de flexibilidad, tanto por exceso como por defecto respecto al saldo final cero.
El aceptar un margen de flexibilidad nos obliga, asimismo, a definir los márgenes a que estamos dispuestos a aceptar un presupuesto como definitivo o bien los criterios para ello. Una condición necesaria para conseguir el equilibrio buscado sería la consecución de un "saldo final próximo a cero". El alejamiento de este punto de referencia alteraría el equilibrio del presupuesto, inflando (sobre-financiación del circulante), o reduciendo en su caso (necesidad de financiación de circulante), el fondo de maniobra en balance.
Definimos en este contexto la VIABILIDAD del Presupuesto de Capital cuando su saldo acumulado final es NO NEGATIVO. Por transitividad se define el concepto de "REVISIÓN Presupuestaria", a la reformulación parcial que se hace necesaria cuando el presupuesto no es viable.
Así pues, todo presupuesto inviable es necesariamente revisable, no siendo cierta su viceversa. De esta forma, el presupuesto definitivo (viable y, en su caso, revisado) da lugar al alcance de los objetivos establecidos por la empresa de una forma óptima. En resumen, habremos concluido el proceso presupuestario cuando nuestro presupuesto de capital cumpla las siguientes condiciones:
  1. Ser viable.
  2. Tener un superávit final no relevante.
  3. Tener un perfil próximo a cero.
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Alcance y Efectos del Presupuesto de Capital

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Una vez llevado a cabo el Presupuesto de Capital, éste habrá incidido de forma notable en la estructura económico-financiera inicial de la empresa, por todo cuanto ha sido especificado anteriormente. Es importante subrayar cuáles han sido estos efectos.
Ni que decir tiene que, una vez tenidos en cuenta todos los posibles efectos, ha de seguir manteniéndose la igualdad contable patrimonial entre Activo y Pasivo. Las relaciones existentes entre una situación patrimonial inicial y una final no es más que la especificación de un Estado de Origen y Aplicación de Fondos (EOAF) entre ambos momentos del tiempo, si bien en el trabajo que desarrollamos es necesario tener en cuenta algunas consideraciones adicionales.

VARIACIÓN EN LA Ea ECONÓMICA = VARIACIÓN EN LA Ea FINANCIERA

Siendo :
VARIACIÓN EN LA ESTRUCTURA ECONÓMICA =
  • + Gastos de Inversión
  • + Inversiones Financieras
  • + Inversiones especulativas
  • + Necesidades Netas de Fondo de Rotación
  • - Desinversiones
  • ± Variaciones residuales
VARIACIÓN EN LA ESTRUCTURA FINANCIERA =
  • + Autofinanciación
  • + Amortizaciones Técnicas
  • + Provisiones
  • + Reservas
  • + Financiación Externa (propia y ajena)
  • - Amortizaciones Financieras
  • + Recursos extraordinarios
Es necesario aclarar que la partida de [± Variaciones Residuales] contiene los superávit o déficit acumulados del Presupuesto de Capital, y que éstos en la práctica actúan sobre la tesorería aumentándola o disminuyéndola, alterando así su objetivo inicial, es decir:

Tesorería Balance = Objetivo de Tesorería, ± Superávit/Déficit Acumulados
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Secuencia Temporal de la Planificación Financiera

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Para situarnos en el punto de partida necesitaremos el Balance Histórico final de la empresa y la Cuenta de Explotación o de Resultados Histórica final.
Pero ésta es la información histórica de partida y se supone contrastada y cierta. Tal información habrá que complementarla con, al menos, tres Balances y Cuentas de Resultados de sendos años pertenecientes a un pasado reciente (o, al menos, desde cuando dichos estados contables tengan un alto porcentaje de fiabilidad) para analizar su evolución pasada. Con toda esta información elaboraremos un diagnóstico de la salud económicofinanciera actual de la empresa. Pero, en general, ésta tiene la pretensión de proyectarse al futuro, por lo que se comenzará a recabar información referente a la posible evolución futura de aquellas magnitudes económico-financieras de interés, como pueden ser las evoluciones previsibles de precios, demanda, costes, etc., es decir, lo que conforma el denominado "ESCENARIO DE ACTUACIÓN".
Establecida la situación de partida y la posible evolución del escenario de actuación, la dirección ha de establecer cuáles van a ser sus políticas y estrategias futuras para el logro de los objetivos preestablecidos. Estas han de ser:
  1. Establecimiento de la POLÍTICA FUTURA DE CIRCULANTE, la cual comprenderá:
    • Objetivo sobre stocks de productos terminados.
    • Objetivo sobre stocks de materia prima.
    • Subpolítica de cobro a clientes.
    • Objetivo de tesorería.
    • Subpolítica de pago a proveedores.
  2. Establecimiento de la ESTRATEGIA DE CAPITAL, en su doble vertiente:
    • Política de Inversiones.
    • Política de Fuentes Financieras.
  3. Establecimiento de la ESTRATEGIA FINANCIERA, en su triple vertiente:
    • Política de Amortizaciones Técnicas.
    • Política de Dividendos.
    • Política de Reservas.
Podemos ya elaborar el Presupuesto de Capital. Sin embargo, el orden a seguir puede tener varias opciones en función de la situación inicial en la que nos encontremos. Esto es así porque, en condiciones normales, la empresa se va a mover en un contexto restrictivo, lo que va a influenciar de manera decisiva el orden para componer y desarrollar sus planes y presupuestos.
Lo deseable sería que la empresa ya tenga previstas una serie de alternativas posibles de inversión, que les va a llevar a cumplir holgada o suficientemente sus objetivos. Sin embargo, el problema que se va a encontrar es la dificultad de encontrar una financiación adecuada a los activos previstos. Es muy posible que esta restricción decida el tipo de inversión a llevar a cabo.
Así pues, lo más probable es que el Presupuesto de Capital comience por la financiación disponible, si bien es también muy probable que sean los gastos de inversión los que, en otros muchos casos, mediaticen el comienzo y desarrollo del presupuesto. Son muchas las causas que pueden inducir al cambio de orden en la elaboración del presupuesto, sin que por eso deje de ser un orden lógico.

Vamos a exponer una secuencia lógica de actuación cara a obtener el Presupuesto de Capital y otros estados financieros provisionales:

1. Basándonos en la Política de Circulante, en el análisis de los estados contables históricos calcularemos las NNFR en sus apartados de:
  • Stocks de m.p. y p.t.
  • Clientes y Efectos a Cobrar
  • Tesorería
  • Proveedores
  • Acreedores y créditos a c/p.
Y, lógicamente, nos quedará por cuantificar las partidas de:
  • Dividendos
  • Impuestos a pagar
2. Elaboración del cuadro de Cash-Flow (recursos generados). En el desarrollo del cuadro obtendríamos el Cash-Flow Bruto de Explotación, en base a los datos contenidos en el "Escenario de Actuación" sobre demanda, precios y costes.

3. Obtenido el Cash-Flow y conocidos, por los apartados anteriores, las cuantías deamortizaciones financieras y técnicas, intereses a pagar, etc., podemos calcular el BAIT, BAT y BN.

4. La cuantía de dividendos y de reservas vendrá determinada en la Estrategia Financiera, terminando así el cuadro de Cash-Flow.

5. Los impuestos y dividendos del cuadro anterior nos determinan las Necesidades Netas de Fondo de Maniobra o de Rotación. Terminamos así el Cuadro de Circulante.

6. Con la ayuda de la Estrategia de Capital y de la Estrategia Financiera, así como de un posible Presupuesto de Capital anterior y del Balance histórico final, estamos en condiciones de comenzar a desarrollar el Presupuesto de Capital en los apartados de Gastos de Inversión, Amortizaciones Financieras, Amortizaciones Técnicas, Créditos y posibles Ampliaciones de Capital.

Completamos el Presupuesto de Capital con las partidas obtenidas de Autofinanciación y NNFM.
En este nivel, y para completar el Presupuesto, nos queda por cuantificar las partidas de Inversiones Financieras, Desinversiones y Recursos Extraordinarios. Tales partidas vendrán explicitadas en la Estrategia de Capital.

NOTA: Puede cambiarse el orden de la elaboración de los cuadros de NNFM y de Cash-Flow. Es decir, podemos empezar también por este último, puntos 2 a 4, y seguir por el de NNFM. El objeto es completar de primera vez el cuadro de Cash-Flow.
Podemos ya elaborar, con los datos obtenidos hasta ahora, el Presupuesto de Tesorería, cuyo modelo funcional se desarrolla en el cuadro 7, en el que comprobaremos cómo la tesorería neta habrá de coincidir necesariamente con la suma de la tesorería objetivo y los superávit/déficit acumulados.

7. Así, con la ayuda de las previsiones, así como de las variaciones en los saldos de clientes y proveedores (del cuadro de NNFM), determinaríamos la Tesorería de explotación.

8. El Presupuesto de Capital nos determina la Tesorería por operaciones de Capital.

9. Por último, el Cuadro de Cash-Flow nos determina la retribución a los recursos financieros, intereses y dividendos, así como los impuestos. Puede ya estimarse la Tesorería Neta Previsional de la empresa.

Como comprobación de los realizado hasta el momento, se confirmará que esta tesorería neta coincide con la suma del objetivo de Tesorería y los superávit/déficit acumulados en el Presupuesto de Capital.
Obtenidos las NNFR, Presupuesto de Capital, Cuadro de Cash-Flow y Presupuesto de Tesorería, calculamos los siguientes estados provisionales: Balances Previsionales y Cuenta de Resultados Previsional.

A ellos llegaríamos de la siguiente forma. En cuanto a los Balances Previsionales:

10. El Inmovilizado provisional y su correspondiente Amortización vendría determinado por el Balance histórico Final, junto con el Presupuesto de Capital. Respecto al Pasivo provisional, el Balance Final junto con las ampliaciones de capital y dotaciones a reservas nos darían los saldos de capital y reservas provisionales. La deuda a largo plazo se obtendría análogamente con las partidas referentes a nuevos créditos y a amortizaciones financieras.

11. El pasivo y el activo a corto plazo se determinarán con el cuadro de NNFM o de circulante, teniendo en cuenta que la tesorería viene dada en su presupuesto correspondiente.

En cuanto a las Cuentas de Resultados Previsionales:

12. Los datos provisionales nos determinan el volumen de ventas.

13. El coste de las ventas se determina a través del Presupuesto de Tesorería para las cargas al contado, y con el cuadro del circulante para las correcciones por stocks.

14. El cash-flow y su descomposición viene determinado en su cuadro.

Resumen del proceso de elaboración por cuadros:
  1. Cuadro de Necesidades Netas de Fondo de Maniobra (NNFM).
  2. Cuadro de Cash-Flow. (Este cuadro también se puede hacer en primer lugar).
  3. Presupuesto de Capital.
  4. Presupuesto de Tesorería.
  5. Balances y Cuentas de Resultados Previsionales.
NOTA: Es siempre aconsejable que, antes de empezar a elaborar los estados contables presupuestarios, se comience por elaborar "cuadros auxiliares" al objeto de ordenar y facilitar el proceso.

Cuadro 7 (Click para ampliar)
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jueves, 6 de diciembre de 2007

Cuantificación de los Componentes del Plan

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Una vez esquematizada la composición del Presupuesto a Largo Plazo o de Capital, vamos a dar un paso más y desglosar cada una de sus partidas.
En cuanto al Presupuesto de Inversiones, ya hemos visto en el epígrafe anterior los posibles empleos. Pero, previamente al ejercicio de la inversión, se hace necesario un estudio de viabilidad de la misma. Es decir, el mercado por regla general ofrece distintas oportunidades de inversión que cumplen con los objetivos establecidos por la empresa, por lo que antes tendremos que seleccionar cuál de las inversiones ofrecidas es la más viable para nosotros.
En suma, inicialmente es necesario llevar a cabo un proceso de valoración y selección de inversiones, etapa en la que ya entraremos en su momento. Veamos ahora con más detalle (véanse cuadros 2 y 3) los componentes del Presupuesto de Inversiones:

Cuadro 2 (Click para ampliar)

Cuadro 3 (Click para ampliar)

1) GASTOS DE INVERSIÓN
Entendemos por gastos de inversión a la adquisición de activos (más todos los gastos necesarios para su puesta en marcha) que forman parte, generalmente la más importante, de la estructura económica fija y que tiene como misión la producción, o ayudar a la misma, de bienes o servicios. Su horizonte temporal es el largo plazo, por tanto amortizables o recuperables con la venta de dichos bienes y/o servicios. Podemos desglosarlos en:

1.1) Saldo de Programas anteriores, pues en condiciones normales puede haber solapamientos de planes y presupuestos parciales de la empresa, cuyo inicio tuvo lugar en fechas anteriores y que aún no han finalizado por distintas razones. La inclusión de esta partida en el presupuesto de capital presente obedece a la necesidad de mantener un equilibrio financiero global en la empresa y no dividirlo en partes que perjudiquen la coordinación y el control de los mismos. La composición de estos saldos, que pueden contener partidas semejantes a la del programa que comenzamos, pueden ser entre otras:
• Construcciones,
• Adquisición de equipos,
• Amortizaciones financieras, etc.

1.2) Inversiones de Renovación y Modernización. Son varias las causas de depreciación de los activos dedicados a la explotación de la actividad principal de la empresa, sin embargo son dos las principales: (a) la depreciación física, motivada por el desgaste a que estánsometidos estos activos en su vida útil; y (b) la depreciación económica, motivada por la obsolescencia tecnológica que provoca una pérdida de competitividad (en base a costes y/o márgenes) de la empresa en el mercado.
Es por ello que la empresa se ve en la necesidad de realizar este tipo de inversiones que, como en las demás, antes de llevarlas a cabo deberán ser sometidas a un proceso de valoración y selección previo.

1.3) Inversiones de Expansión y Diversificación. A lo largo de la vida de la empresa existen momentos en los que las condiciones propias, las del mercado y de la economía en general son propicias para intentar una ampliación de la empresa, bien porque exista una especial propensión al consumo, bien porque el desarrollo tecnológico y económico deje entrever nuevas necesidades y nuevos mercados potenciales.
Asimismo, en otro momento de la vida de la empresa es posible que las circunstancias no sean tan favorables, y la empresa por razones de presencia en el mercado o por estrategia coyuntural tenga que optar por diversificar su oferta en un mercado cada vez más especializado.
Son ejemplos claros de este tipo de inversiones:
  • Abrir nuevos centros de producción de bienes y/o servicios en otras provincias, regiones o países.
  • Aumentar la capacidad productiva de las plantas ya existentes.
  • En investigación y desarrollo de productos innovadores, además de los actualmente ofrecidos, que respondan a las nuevas exigencias y formas de vida de la población.
  • La adquisición de activos con objeto de ofrecer bienes y servicios que previamente no se ofrecían y que ahora se hace necesario, pues los antiguos no tienen unas perspectivas claras de futuro, en tanto en cuanto ya han pasado su fase de expansión y mercadológicamente no aglutinarán más demanda.
  • Etc.
1.4) Inversiones complementarias. Su misión es suplementar a las inversiones incluidas en los apartados anteriores y así ponerlas en funcionamiento, si bien es necesario matizar que no corresponden a inversiones en circulante. Podemos incluir dentro de este tipo de inversiones a:
  • Adquisición de derechos y patentes.
  • Adquisición de nuevos elementos de transporte.
  • Inversiones sociales (economatos, guarderías).
  • Formación del personal.
  • Adquisición de equipos informáticos.
  • Etc.
2) NECESIDADES NETAS DE FONDO DE MANIOBRA
Las inversiones anteriores informan de la estructura económica fija de la empresa, es decir,la base de su producción de bienes y servicios. Pero tales inversiones no funcionan por sí solas, necesitan además unas inversiones que hagan de "input" del sistema para que éste produzca sus "output". Tales inversiones no son otras que aquéllas que mueven el ciclo corto o de explotación de la empresa. Para ello serán necesarios, tomando como base una típica empresa industrial, materias primas para la elaboración de los productos que la empresa ofrezca al mercado, una mano de obra que dé vida al proceso productivo y administrativo y unos gastos generales para satisfacer una serie de necesidades accesorias y complementarias para obtener el servicio deseado.
En suma, necesita unas inversiones adicionales a corto plazo pero con carácter de permanencia, pues son las que mantienen una continuidad en el funcionamiento de las empresas. Una continuidad en dos líneas: una en mantener el activo fijo en funcionamiento y otra en poder hacer frente a los pagos que en cualquier momento se puedan producir. Es por ello por lo que tales inversiones han de ser financiadas con fondos a largo plazo. En base a ello, es definido el Fondo de Rotación o de Maniobra Necesario (FRN) como "aquella parte de los capitales permanentes que financian en su totalidad este tipo de activos y que son los necesarios (a priori) para desarrollar la actividad de la empresa, en concordancia con los objetivos y estrategias marcadas por la misma.
Pero como quiera que la empresa ya parte de un Fondo de Rotación Real (FRR), que no tiene que coincidir con el necesario, se define una nueva variante de Fondo de Maniobra a la que vamos a denominar Necesidad Neta de Fondo de Rotación o de Maniobra (NNFR), es decir, la que necesitamos de Fondos a LIP para que la empresa cumpla con los objetivos establecidos.
Esta magnitud (NNFR) puede tomar valores tanto positivos (empleo financiero) como negativos (fuente financiera), siendo los primeros los que se den con más asiduidad. Las magnitudes que componen las NNFR se pueden tabular para hacerlas más operativas, obteniendo así el cuadro de Necesidades Netas de Fondo de Rotación (cuadro 4).

Cuadro 4 (Click para ampliar)

3) AMORTIZACIONES FINANCIERAS
Vamos a entender por amortización financiera a la devolución parcial o total del pasivo de la empresa. Es una partida típica en el Presupuesto de Capital, sobre todo en lo referente a la devolución de los capitales ajenos, pues es inusual la amortización financiera de los capitales propios.
Son partidas que por su carácter influyen decisivamente en la tesorería de las empresas en ciertos momentos del tiempo, hasta el punto que a veces se hace necesario recurrir a nuevos créditos a medio y largo plazo para poder hacer frente a ellas.
Por análogas razones, la empresa tiene que habilitar con cierta frecuencia los fondos dedicados a Amortizaciones Técnicas para amortizar financieramente, lo cual trae consigo la necesidad de establecer un equilibrio entre ambos tipos de amortización, pues ambas persiguen objetivos contrapuestos: la técnica pretende mantener productivo el activo, mientras que la financiera provoca la paulatina desaparición de la empresa.

5) INVERSIONES FINANCIERAS Y ESPECULATIVAS
Incluiremos dentro de la primera partida a aquellas aplicaciones financieras que no corresponden al tráfico normal de la empresa y, por supuesto, con un plazo de realización
superior a un año. Entre ellas, las más destacadas son las siguientes:
  • Inversión en valores negociables, tales como acciones, obligaciones y títulos gestionados en el mercado de capitales, etc.
  • Préstamos y créditos concedidos a terceros y al personal a largo plazo.
  • Créditos por enajenación de inmovilizado.
  • Imposiciones a plazo fijo.
  • Fianzas y depósitos constituidos a L/P.
  • En general lo incluido en los subgrupos 24, 25 y 26 del PGC.
Un caso particular de las inversiones que estamos tratando son las que vamos a denominar "Inversiones Especulativas". El espíritu empresarial, visto en su sentido amplio, lleva con cierta frecuencia a mantener una cierta propensión al aprovechamiento de las oportunidades de inversión, con perspectivas de obtención de beneficios que les ofrece el mercado. Estas oportunidades no tienen por qué estar relacionadas con el tráfico habitual de la empresa, sino que, por el contrario, pueden enmarcarse en contextos muy distintos, en otros sectores.
Estas situaciones particulares, que en nada o casi nada tiene que ver con la gestión habitual de la empresa y con las cuales se persigue únicamente sacar un provecho o ganancia, se les suele denominar "inversiones especulativas", y como tales es necesario contemplarlas en el Presupuesto de Capital, si bien no aparecen con normalidad. Una vez vistos los componentes del Presupuesto de Inversiones vamos a detallar ahora los componentes del Presupuesto Financiero (véanse cuadros 2 y 5).
El Presupuesto Financiero lo forman las fuentes financieras, que en un primer momento se prevé que financien durante el horizonte temporal previsto a las inversiones descritas en los apartados anteriores. Son por tanto fuentes financieras a largo plazo.
Como en el caso de las posibles inversiones a realizar por la empresa, las fuentes financieras han de ser sometidas a un proceso de selección, mediante el cual se seleccionen aquellas fuentes que mejor se adapten a las características de las inversiones a realizar por la empresa y que ofrezcan el menor coste posible. En suma, seleccionar aquéllas que contribuyan más a los objetivos perseguidos por la empresa.
Siguiendo la enumeración de los cuadros anteriores tenemos las siguientes fuentes financieras:

6) AUTOFINANCIACIÓN
Es aquella financiación que se genera dentro de la propia empresa. Pero este tipo de financiación puede provenir de la actividad normal de la empresa (Autofinanciación de Explotación), o de actividades puntuales que nada o poco tiene que ver con ella (Autofinanciación Extraordinaria). Veamos ambas:

6.1) Autofinanciación de Explotación. Son los recursos generados por la actividad que da nombre a la empresa, es decir, por su ciclo de explotación. Su cuantía ha de tener origen en los ingresos obtenidos por la empresa por las ventas de los bienes y/o servicios producidos por la empresa, deducidos los gastos necesarios para obtener tales ingresos, en otras palabras el "coste de ventas", (obviamente el criterio que seguimos es el "criterio del devengo"). A esta diferencia se le denomina "cash-flow bruto" en su acepción de RENTA GENERADA, no tesorería, en cuyo caso se hubieran utilizado cobros y pagos en vez de ingresos y gastos, denominándose entonces Cash-Flow de TESORERÍA, el cual no nos interesa ahora.

CASH-FLOW BRUTO = VENTAS - COSTE DE VENTAS

Cuadro 5 (Click para ampliar)

Pues bien, una vez obtenido el cash-flow bruto, éste deberá hacer frente en su descomposición y antes del pago de los impuestos a:
1º) Amortizar técnicamente los activos productivos, así como a compensar posibles contingencias futuras (Provisiones).
2º) Retribuir capitales ajenos (intereses).
Si deducimos del Cash-flow bruto estas partidas nos queda los que denominamos "Beneficio Antes de Impuestos" (BAT):
BAT = CASH-FLOW BRUTO - INTERESES - AMORTIZACIONES TÉCNICAS – PROVISIONES

Este BAT es gravado por el Impuesto sobre Sociedades, quedando, una vez deducido el impuesto, el Beneficio con el cual se retribuye a los capitales propios y a la empresa en forma de reservas:
BENEFICIO = B.A. T. - IMPUESTOS = RESERVAS + DIVIDENDOS

En base a lo anterior, podemos ya definir la Autofinanciación de Explotación como la suma de las provisiones contables, más las cuotas de amortización técnica, más la dotación a reservas.
AUTOFINANCIACIÓN DE EXPLOTACIÓN = PROVISIONES + AMORTIZACIONES TÉCNICAS + RESERVAS

6.2) Autofinanciación Extraordinaria. Hace referencia a la generada en operaciones que no ocupan la actividad principal de la empresa, sino aquéllas que son accesorias, complementadas y/o especulativas de la empresa. Su generación sigue un proceso que en su filosofía es similar al de la autofinanciación de explotación, si bien las variables que lo integran suelen ser (a veces no) de índole muy distinta y de un carácter acíclico. La inclusión de estas partidas dentro de la autofinanciación total no está exenta de dificultades de valoración. Esto es así pues los costes en los que se incurre para la obtención de tales ingresos pueden estar enmascarados y diluidos en los de la actividad principal de la empresa.

Los ingresos que genera suelen venir de:
  • operaciones de compra-venta de valores mobiliarios,
  • de operaciones en las que la empresa al tener buena información, financiación disponible (propia o ajena a bajo coste) y al constatar la propensión del mercado o de los consumidores hacia un Upo de productos o servicios que le son cercanos, decide llevar a cabo inversiones con las que obtener un beneficio adicional,
  • de la venta de activos fijos, en las cuales se pueden producir tanto plusvalías como minusvalías, en cuyo caso tendrían signo negativo.
Todo lo desarrollado para la obtención de la Autofinanciación podemos reflejarlo en el cuadro 6, también denominado "Cuadro de Cash-Flow Total o Recursos Generados".

Cuadro 6 (Click para ampliar)

Siguiendo el contexto temporal del Presupuesto de Capital, el largo plazo, y dentro de los recursos permanentes de la empresa se encuentran los que tienen su origen o han sido aportados por personas físicas y/o jurídicas ajenas a la empresa. A estos recursos se les suele denominar genéricamente "Financiación Externa" o, en el ámbito contable,
"Financiación Básica Ajena".
Es necesario matizar que nosotros vamos a incluir en este epígrafe a la posible financiación obtenida por ampliaciones de capital (financiación propia), considerando la distinción entre propiedad y administración de la empresa. No obstante, la financiación en forma de ampliación de capital efectiva, en la mayoría de los casos suele ser insuficiente para llevar a cabo el plan de la empresa, es por lo que nos decantamos más por el detalle de la financiación propiamente ajena.
Con frecuencia, estos recursos ajenos han sido contratados a un plazo mayor de un año y contienen un plan de devoluciones o amortización específico y que ha de ser adecuado a la inversión que está financiando. En base a las distintas características de las diferentes fuentes de financiación ajena a largo plazo, podemos establecer los siguientes tipos:
7.1) Financiación específica de los propios Proveedores, obtenida para la adquisición de determinados elementos del activo fijo (maquinaria, vehículos, etc.)
7.2) Financiación genérica, esto es, obtención de recursos líquidos que serán invertidos en la empresa, previsiblemente en elementos fijos. Distinguimos:
  • La conseguida de las entidades financieras en forma de préstamos y cuentas de crédito.
  • La lograda acudiendo directamente a los ahorradores a través del mercado de capitales (empréstitos).
7.3) Financiación por garantías exigidas, esto es, como consecuencia de los depósitos o fianzas que la empresa obliga a mantener a las personas o entidades que tienen determinado tipo de relaciones comerciales con ella (contrato de suministros, contratos de realización de obras, por ejemplo).
Pero, como en partidas presupuestadas anteriores, estas partidas han de sufrir un proceso de selección, aunque a veces ocurre que no existen opciones de elección de fuentes financieras por circunstancias de estrechez del mercado de capitales. Ello nos induciría a replantear nuestro plan de inversiones para adecuarlo al tipo de financiación al que tenemos acceso.
Ni que decir tiene que para mantener o seguir manteniendo un equilibrio empresarial coherente, ha de existir un equilibrio entre las inversiones y la financiación que las hace posibles, tanto en cuantía como en duración y, por supuesto, en coste. Asimismo, mantener un equilibrio entre la financiación propia y ajena, para evitar la posible acumulación de riesgos y el que la empresa, en realidad, pertenezca o dependa de personas ajenas a la misma.
Como en las demás partidas, el principio a seguir en la contabilización de estas partidas será el del devengo, de forma que una vez concertadas las cuantías de cada una de las partidas de financiación ajena las incluiremos en el Presupuesto de Capital, al margen del momento de su(s) desembolso(s).

8) DESINVERSIONES
Esta fuente financiera hace referencia a los fondos obtenidos por la venta o conversión en disponibilidades de activos, que conforman parte de la estructura económica fija de la empresa. Son, por tanto, fondos generados dentro de la empresa pero que no constituyen autofinanciación, sólo un cambio dentro del activo empresarial.
Así pues, el pasivo permanece inalterable ante este cambio, no así el equilibrio entre la estructura económica y financiera de la empresa que puede verse afectada y que puede ser uno de los orígenes de la consecución de estas fuentes financieras. De otra forma, es posible que el objetivo perseguido con las desinversiones sea el de la adaptación a la estructura óptima del sector, cuando ésta sea de menor cuantía, más eficiente y competitiva. Puede haber otras muchas causas y/o objetivos perseguidos con la desinversión en la empresa como:
  • Necesidades de amortizaciones financieras.
  • Mejora de la rentabilidad del activo (= BAIT/ACTIVO).
  • Política productiva.
  • Objetivos de Tesorería, etc.
La desinversión constituye para la empresa una fuente financiera interna y que puede tener como base una política previa o bien puede obedecer a circunstancias coyunturales. Suele ocurrir que la generación de estas fuentes con cierta frecuencia van ligadas a necesidades urgentes de tesorería.

9) RECURSOS EXTRAORDINARIOS
Hace referencia a los fondos obtenidos por la empresa que no se han incluido en los epígrafes anteriores y que tiene un carácter especial por su origen, por su exigibilidad y por su contexto temporal. Este tipo de fuentes son básicamente aquellos ingresos que son distribuibles en varios ejercicios y con carácter de largo plazo, como son las Subvenciones de Capital, que suelen ser fondos obtenidos de la Administración del Estado o de entidades privadas. Su periodicidad puede ser variable, siendo concedidas normalmente al principio de la vida de la empresa y para la adquisición de inmovilizado, contratación por un período de tiempo de profesionales cualificados, etc. En general, no suelen cubrir todas las necesidades, sino que tiene un carácter de ayuda. Estas partidas, por último, suelen ser de carácter NO exigible, si bien no siempre ocurre así. En general, podemos incluir dentro de este epígrafe cualquier otro tipo de fuente financiera a largo plazo que no ha sido incluida en las anteriores.
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miércoles, 5 de diciembre de 2007

Fundamentación y Logística Inicial. El Plan a Largo Plazo

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Hoy por hoy, la empresa está inmersa en un contexto sumamente competitivo en el que las posibilidades de inversión se estrechan, así como los posibles márgenes a obtener de ellas. A ello se suma la puesta en marcha del mercado único europeo que aumenta y aumentará más la competitividad y paralelamente la necesidad de afinar al máximo en las técnicas empresariales de gestión, planificación y presupuestación para acceder a una posición "estable" en el mercado. Se hará necesario, pues, el canalizar, coordinar, utilizar de forma óptima y controlar todos y cada uno de los recursos de la empresa para alcanzar esa posición competitiva en el mismo.
Una empresa nace para hacer frente a una demanda insatisfecha. Ahora bien, para hacer frente a esa demanda se necesita hacer inversiones en bienes de equipo, naves industriales, activo circulante, etc., pero a su vez dichas inversiones no pueden llevarse a cabo si no se dispone de recursos financieros.
Observamos, pues, que el buen nacimiento de una empresa obedece necesariamente a un planteamiento presupuestario previo, si bien de forma particular. Pero la empresa sólo nace una vez y a lo largo del tiempo desarrolla una serie de actividades que van a ocasionar modificaciones en su estructura, unas la mejorarán y otras la empeorarán. Nosotros nos vamos a ceñir a las que tienen un componente exclusivamente económico y financiero, es decir, aquellas actividades futuras (establecidas en la estructura de objetivos de la entidad) que puedan ocasionar variaciones futuras en la estructura del patrimonio de la empresa.
En general, la empresa cuando nace o cuando se plantea un proyecto de inversión lo hace con vistas a satisfacer una demanda existente en el mercado, ya sea de forma explícita o de forma implícita (p.e., creando esa necesidad en base a innovadores productos con una adecuada información y promoción de los mismos). Esa demanda va a proporcionar a los responsables de la misma el dimensionamiento de la Estructura Económica fija y materializarse en el denominado Inmovilizado de Explotación. Pero la estructura económica fija no sólo consta de esta partida. Si la empresa ya lleva un cierto tiempo en el mercado contendrá además otras partidas con carácter permanente, entre las que destacan fundamentalmente las Inmovilizaciones Financieras.
Pero falta una partida básica que, si bien no pertenece a la estructura fija de la empresa, sí tiene carácter de permanencia, siendo la que pone en marcha y mantiene en funcionamiento al inmovilizado de explotación de la empresa. Nos estamos refiriendo obviamente al «Capital Circulante Real», que tiene su correspondiente partida en el pasivo denominado «Fondo de Rotación Real», también llamado Fondo de Maniobra Real (FMR). El CCR viene determinado por la composición y duración del ciclo corto empresarial.
Hasta ahora nos hemos referido a las inversiones necesarias para satisfacer la demanda objetivo de la empresa. Falta, por tanto, el buscar los fondos necesarios para llevar a cabo tales inversiones reflejados en el Pasivo o Estructura Financiera de la entidad. Básicamente está formada por tres fuentes, por una parte la Autofinanciación originada en la propia empresa y que no tiene carácter de exigibilidad, por otro lado la Financiación Externa, la cual es exigible al no ser recursos generados por la empresa o no aportados por los propietarios y, por último, los denominados Recursos extraordinarios, que por su carácter contienen partidas que no son normales en el funcionamiento diario de la entidad.
Por último y dependiendo del nivel de servicio deseado, de las circunstancias del mercado y de la posición que se ocupe en él, la empresa tendrá además una inversión a corto plazo denominada Activo Circulante, financiada por su correspondiente Pasivo Circulante y que ambos, junto con el CCR y FRR, conformarán el día a día de la gestión empresarial. Lo anteriormente especificado lo podemos visualizar en el cuadro 1.

Cuadro 1 (Click para ampliar)

Siendo más rigurosos en la definición de Presupuesto de Capital, entenderemos por tal "el tratamiento cuantitativo de las cifras provisionales que determinan la estructura permanente de la empresa, tanto del activo como del pasivo".
Así pues, el Presupuesto de Capital estará compuesto por dos presupuestos parciales, a saber:
  1. Un presupuesto parcial de inversiones, que cuantifica los diferentes empleos de la empresa.
  2. Un presupuesto parcial de fuentes financieras, que cuantifica los distintos recursos futuros, los cuales, a su vez, posibilitarán la realización de las inversiones anteriores.
Pues bien, para una empresa con unas perspectivas futuras de inversión, diversificación o expansión el esquema es el mismo. Es decir, se partirá de una formulación de objetivos para seguir con un análisis de posibles escenarios, análisis, valoración y selección de alternativas para terminar en la formulación de planes y elaboración de presupuestos. Es necesario insistir en que todo este trabajo está enmarcado dentro del Análisis Provisional.
Particularizando a los orígenes de los recursos necesarios para la realización de los proyectos futuros, sintéticamente podemos decir que éstos se pueden conseguir:
  • por aumentos de Pasivo Fijo (Δ PF)
  • por decrementos de Activo fijo (∇ AF)
De forma complementada tales recursos tienen, así mismo, dos posibles empleos:
  • por aumentos de Activo Fijo (Δ AF)
  • por decrementos de Pasivo Fijo (∇ PF)
Empleos y recursos deberán tender, obviamente, al equilibrio, dándose o tendiéndose a dar la siguiente igualdad:

EMPLEOS ó APLICACIONES = ORÍGENES ó RECURSOS

Las posibles desviaciones que impiden tal igualdad se irán acumulando en los denominados "superávit" o "déficit" del presupuesto.

Los empleos o aplicaciones vienen básicamente por cinco conceptos:
  • Aumentos de Activo Fijo:
    • Gastos de Inversión
    • Inversiones Especulativas
    • Inversiones Financieras
  • Necesidades Netas de Fondo de Maniobra:
    • Necesidades Netas de Fondo de Maniobra (NNFM)
  • Reducciones de Pasivo Fijo:
  • Amortizaciones Financieras o devoluciones de pasivo
Por su parte, los orígenes o recursos para llevar a cabo las anteriores aplicaciones provienen fundamentalmente de cuatro fuentes:
  • Incrementos de Pasivo Fijo:
    • Autofinanciación
    • Financiación Externa : propia y/o ajena
    • Recursos extraordinarios
  • Reducciones de Activo Fijo:
    • Desinversiones
Todo lo anterior es posible resumirlo en el cuadro 2 representativo del Presupuesto de Capital.

Cuadro 2 (Click para ampliar)
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Conceptos Previos

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La planificación es un proceso mediante el cual se establecen un marco y unas líneas de actuación que conduzcan a la consecución de los objetivos preestablecidos por la empresa y expresivos de los deseos de los propietarios de la misma.
Previo al comienzo del proceso de planificación es necesario definir cuáles son las características de actuación de la empresa, es decir, cuáles son esos rasgos que permiten diferenciar la personalidad de la empresa en el mercado. A estos rasgos característicos se les denomina Política. Dicho de otra forma, la primera necesidad de una organización es "saber lo que se es, dónde está, cuál es su misión y a dónde quiere llegar".
Habrá que definir pues esas políticas en todos los aspectos de la vida de la empresa, como por ejemplo:
  • Política de Personal.
  • Política de Inversiones.
  • Política de Financiaciones.
  • Política Comercial.
  • Política de Dividendos.
  • Política de Amortizaciones, etc.
Definida la política de la empresa habrá de determinarse en dónde se encuentra la empresa, para lo cual hemos de llevar a cabo un análisis profundo en todos los ámbitos de la misma (organizacional, tecnológico, financiero, económico, humano, comercial, etc.) y así establecer:
  • ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
  • ¿Cuáles son sus puntos débiles?
  • ¿Cuáles son los puntos que presentan una situación "normal"?
Es decir, antes de Planificar, necesitamos establecer las virtudes y defectos de la situación actual, así como su comparación con el sector. En suma, establecer un diagnóstico riguroso de la empresa. Para desarrollarlo tendremos que acudir a los datos históricos e investigar cuáles han sido las circunstancias que la han llevado a tal situación. Ello nos ayudará a establecer los objetivos y estrategias para el futuro, y que son la base de la planificación.
La Planificación, pues, es un proceso basado en la evolución pasada de la empresa que intenta, mediante el establecimiento de un marco y unas líneas de actuación, llevar a la consecución de los objetivos futuros de la misma.
Por otra parte, al estar tratando con situaciones futuras, las predicciones y auscultaciones de la posible evolución del mercado y de su incidencia en la empresa son fundamentales en el proceso de planificación, pues informa al planificador de cómo puede presentarse el futuro.
De esta forma, los responsables de la empresa podrán disponer de una información más completa y certera, en base a la cual tomen las decisiones específicas que corrijan la evolución no deseada de la empresa y la conduzcan a los fines preestablecidos.

Es ahora, al establecer la situación de la que partimos, cuando hemos de fijar los objetivos a conseguir; este establecimiento de objetivos representa la concreción de la política de la empresa.
Tales objetivos deben tener unas características básicas:
  • Ser racionales.
  • Ser asequibles para la empresa.
  • Ser aceptados por todos los implicados en ellos.
  • Estar coordinados entre sí evitando el conflicto entre objetivos.
De una forma sintética, podríamos establecer que las diversas etapas que componen el proceso de planificación son:
  1. Formulación de objetivos y subobjetivos.
  2. Estudio del escenario, interno y externo, de la empresa en el horizonte del plan.
  3. Estudio de alternativas.
  4. Evaluación de tales alternativas ante los objetivos propuestos.
  5. Elección de la alternativa más idónea.
  6. Formulación de planes.
  7. Formulación de presupuestos.
Las cinco primeras etapas componen el llamado "diseño de la estrategia", mientras que las dos restantes conforman su implantación.
En este proceso entendemos por "PLAN DE LA EMPRESA" a la expresión cualitativa de la estrategia empresarial, y por "PRESUPUESTO" la expresión cuantitativa del plan.
El Plan Financiero, como instrumento de la planificación financiera, distingue dos niveles de actuación, que podemos observar en la figura, en función del tipo de ciclo temporal referido:
  1. Si nos referimos al ciclo largo o de renovación del inmovilizado, un primer nivel de actuación contendrá el plan a UP, que en términos numéricos vendrá expresado en el denominado "Presupuesto de Capital".
  2. Si nos referimos al ciclo corto, y una vez definida la estructura permanente de la empresa, pasaremos a un segundo nivel de actuación definido por el plan a corto plazo, que será cuantificado en el denominado "Presupuesto de Explotación".
Ambos planes han de ser perfectamente complementarios, definiéndose el segundo en base al primero y desembocando ambos en el denominado "Presupuesto de Tesorería", de importancia obvia en la planificación y gestión empresarial. Además de lo comentado, es necesario hacer mención expresa de tres aspectos básicos para el buen fin del proceso de Planificación:

Debe ser integrado, coherente y que contemple todas las posibles incidencias en los distintos sectores de la empresa: es decir, puesto que la Planificación Total de la empresa está formada por una serie de "planes" particulares referentes a los diferentes ámbitos de la empresa (productivo, comercial, financiero, patrimonial, económico, etc.), estos "planes" particulares no deben desarrollarse independientemente unos de otros, sino que deben integrarse.
  1. Debe ser flexible. Hace referencia a que el proceso de Planificación no puede ser rígido, sino susceptible de ser modificado y/o actualizado cuando las circunstancias del mercado o de la empresa así lo aconsejen. Es necesario matizar que dichas modificaciones no deben ser caprichosas, sino que obedezcan a modificaciones sustanciales en el entorno de la empresa y/o en su ámbito interno.
  2. Debe ser participativo. Es decir, en su desarrollo deben participar (en mayor o menor medida) todas aquellas personas que estén implicadas en el mismo, con el objetivo de contribuir a la integración y al éxito del mismo.
Figura 1 (Click para ampliar)

En caso contrario, la eficiencia de la planificación estaría disminuida e incluso provocaría conflictos internos, pues cada plan parcial actuaría sin tener en cuenta los demás aspectos de la empresa y por tanto contribuiría a sus objetivos particulares. Esto provocaría que en muchos casos tales objetivos serían total o parcialmente opuestos a los planes de otros sectores de la empresa, teniendo como consecuencia directa el que la empresa no funcionaría homogéneamente y por ende no llegaría con claridad al cumplimiento de sus objetivos.

Una vez formulada y especificada la Planificación General de la empresa (dentro de la cual se encuentra la Planificación Financiera, cuyo instrumento operativo es el denominado "Plan Financiero"), el paso siguiente será el de su puesta en marcha. Para que ello conduzca a los resultados apetecidos, el proceso ha de ser controlado periódicamente y con mucho rigor. De forma que en el momento que exista cualquier desviación sobre lo planificado, ésta sea detectada inmediatamente y, con la misma celeridad, tomar las medidas precisas para que tales desviaciones desaparezcan y la planificación conduzca al objetivo deseado.

Por último queremos expresar sintéticamente lo que a la empresa y al empresario va a suponer el desarrollo de una PLANIFICACIÓN FINANCIERA:
  • Va a facilitar al empresario su gestión, en tanto en cuanto le va a proporcionar un camino a seguir para conseguir sus fines.
  • Le va a marcar una pauta racional de comportamiento en el futuro, ayudándole a centrar su estrategia en el mercado.
  • Le va a evitar el estar pendiente continuamente de plantearse a dónde va y por dónde. Solo deberá estarlo de que esa planificación se lleva a cabo y de tomar decisiones a c/p para corregir las posibles desviaciones.
  • Le dotará de una personalidad y seriedad en su gestión.
  • Le permitirá enfrentarse eficazmente a las fluctuaciones del mercado. Facilitará cada vez más la integración y la colaboración de todos los sectores de la empresa.
  • Facilitará información sobre la eficacia y eficiencia de las distintas secciones de la empresa, lo que en procesos sucesivos ayudará a la mejora de las mismas y a la toma de decisiones.
  • Fomenta la autocrítica.
  • Permitirá conocer, en cierta medida, el riesgo en la gestión empresarial.
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martes, 4 de diciembre de 2007

Otras Modalidades de Financiación Ajena

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Leasing

El leasing, una de cuyas modalidades se denomina en España arrendamiento financiero, es un término utilizado universalmente para designar una operación que puede definirse, en términos generales, como un arrendamiento mercantil especial en el que existe un componente financiero de mayor o menor entidad.
En España, el arrendamiento financiero o leasing se emplea principalmente para financiar inversiones en bienes muebles o inmuebles gozando de ventajas fiscales, sobre todo en cuanto al plazo de amortización, que puede ser mucho más corto que el derivado de las tablas de amortización aplicables a determinados bienes, por ejemplo los inmuebles. Los fines pueden ser distintos de la mera inversión, como por ejemplo en el lease-back que se puede perseguir la obtención de liquidez cediendo la propiedad de un bien, normalmente inmueble, a una compañía de leasing, pero manteniendo su uso.
En las operaciones de leasing intervienen básicamente los siguientes sujetos:
  • Entidad de leasing, que puede ser un banco, caja, cooperativa o entidad de crédito especializada en estas operaciones. Recibe el nombre de arrendador.
  • Arrendatario, que es quien suscribe el contrato de leasing y disfrutará de la posesión del bien durante la vigencia del contrato, adquiriendo su propiedad cuando se ejercite la opción de compra.
  • Proveedor, que es quien va a suministrar el bien objeto de arrendamiento financiero. El arrendatario normalmente va a seleccionar el bien y el proveedor, aunque quien efectivamente adquiere el bien es el arrendador.
Por consiguiente, la compañía de leasing adquiere en propiedad los bienes objeto del contrato y simultáneamente cede su uso al arrendatario durante un tiempo convenido por un precio distribuido en cuotas periódicas. Al cumplirse el plazo de vigencia establecido, y según la modalidad de leasing, se cancelará el arrendamiento, se renovará o el arrendatario ejercerá la opción de compra, que es lo más habitual. Las operaciones de leasing pueden ser muy complejas y diversas, siendo las principales modalidades las que a continuación se señalan:
  • Leasing mobiliario. Es el que tiene por objeto el arrendamiento de bienes muebles. A su vez, puede distinguirse el leasing de consumo y el leasing de producción, sin embargo, en España sólo tiene acogida en el marco legal este último. Los contratos de leasing mobiliario habrán de tener una duración mínima de dos años, por expresa disposición legal.
  • Leasing inmobiliario. Es el que tiene por objeto el arrendamiento de un bien inmueble que, de igual modo, habrá de estar destinado exclusivamente a actividades empresariales o profesionales productivas. La duración mínima del contrato de arrendamiento financiero sobre bienes inmuebles o establecimientos industriales será de diez años. Se incluyen en el concepto de bienes inmuebles los ya construidos, los que están en fase de construcción y los pendientes de construir, quedando excluidos de esta modalidad operativa los inmuebles que vayan a ser destinados a vivienda propia del arrendatario, así como los terrenos y solares que aunque pueden ser objeto de leasing no gozan de deducción fiscal al no ser amortizables, esto es, en el leasing inmobiliario la parte de la cuota correspondiente a la amortización del coste del bien de desdobla, a su vez, en dos subpartes, la correspondiente a la amortización de la edificación y la del suelo, considerándose que, al menos, el 15 por 100 de esa cuota de amortización corresponde al valor del terreno que no tiene carácter amortizable y, por tanto, no resulta desgravable fiscalmente.
  • Leasing financiero. El arrendamiento financiero en el que el objetivo final del contrato es ejercer la opción de compra, adquiriendo el arrendatario la propiedad del bien arrendado abonando el valor residual.
  • Leasing operativo. Es el arrendamiento de bienes con o sin opción de compra en el que se garantiza por el arrendador el funcionamiento y mantenimiento. Se emplea sobre todo en equipos informáticos, vehículos, etc.
  • Retroleasing (lease-back). En esta modalidad de leasing el propietario de un bien lo vende a una entidad de leasing con el compromiso asumido por ésta de que de forma inmediata se lo arriende mediante un contrato de leasing financiero. Así pues esta modalidad operativa esconde dos tipos de operaciones, de un lado la venta del bien por el particular a la sociedad de leasing y, de otro, el contrato de leasing mediante el cual la entidad, ya propietaria del bien, se lo arrienda al cliente. La utilidad de esta operación puede ser diversa, por ejemplo, la conveniencia de transformar deuda a corto plazo en deuda a largo plazo, por lo que también se conoce como leasing cosmético, porque con los fondos obtenidos por el arrendatario éste cancela toda o parte de su deuda a corto plazo. También esta operación permite obtener una mayor rapidez de amortización así como una liquidez inmediata.
  • Arrendamiento financiero industrial (big ticket). Esta forma comprende leasing inmobiliario y mobiliario, puesto que se trata de operaciones complejas de arrendamiento de instalaciones industriales llave en mano, utilizadas muy frecuentemente con fórmulas de leasing sindicado, puesto que por su volumen los fondos son aportados por un sindicato de entidades de crédito. En ocasiones se combinan también con operaciones de leasing internacional, al que se denomina "cross border leasing", ya que es frecuente que las entidades que realizan instalaciones industriales en otros países ofrezcan las fórmulas de financiación de leasing, entre otras, para estas grandes inversiones, con entidades financieras del país del proveedor, teniendo en cuenta que, además, éste traslada su riesgo de cobro.
  • Arrendamiento financiero apalancado (leveraged lease). En esta operación interviene además de la entidad que negocia y contrata la operación de leasing, terceros suministradores de fondos y ligados a la operación por reconocerles derechos de garantía sobre el cobro de los alquileres y los bienes arrendados. Suelen utilizarse en operaciones de importes muy elevados que precisan la combinación del leasing tradicional y otra forma de financiación.
Factoring

El factoring es un contrato en virtud del cual una de las partes (cedente) cede a la otra (factor o empresa de factoring) sus créditos comerciales o facturas frente a un tercero al objeto de que la sociedad de factoring realice todos o alguno de los siguientes servicios: gestión de cobro, administración de cuentas, cobertura de riesgos y financiación. Lafinanciación mediante la fórmula de factoring se formaliza mediante la cesión a una entidad de crédito especializada en factoring, por parte de una empresa, de créditos comerciales contra sus clientes, a cambio de un importe convenido en términos relativos en el contrato, con o sin unos márgenes de variación (un descuento sobre el nominal de los créditos, en función de las características, más una retención sobre el volumen de crédito vivo en algunas modalidades), o disposición discrecional hasta un límite en función de los créditos cedidos. Los servicios prestados, aislada o conjuntamente por la entidad de factoring son:
  • Gestión de cobro. La empresa de factoring se encargará de cobrar a su vencimiento los créditos cedidos. El cedente no garantiza la solvencia del deudor, pero sí responde ante el factor de la legitimidad del crédito cedido. Por su parte, la entidad de factoring asume la titularidad de los créditos, sustituyendo la figura del cedente. Por su puesto, el cedente deberá comunicar a sus proveedores la existencia del contrato de factoring indicándoles a quién deberán efectuar los pagos de los créditos y facturas, lo que suele hacerse en las propias facturas, contratos, notas de pedido o bien en una comunicación de vigencia indefinida.
  • Administración de cuentas. La sociedad de factoring facilitará al cliente toda la información relativa a la situación de los créditos y facturas cedidos: fecha de cesión, fecha de vencimiento, impago de facturas, estado contable de la cuenta en la que se asientan las deudas y créditos recíprocos, etc.
  • Cobertura de riesgo. La empresa de factoring, previo estudio y calificación crediticia de los proveedores del cedente, acuerda la cobertura, hasta un porcentaje previamente pactado, del impago originado exclusivamente por riesgo de insolvencia, esto es, no incluye los impagos por motivos comerciales ajenos a la insolvencia. Esta cobertura del riesgo de insolvencia puede abarcar tanto la declarada legalmente (concurso de acreedores, quiebra, suspensión de pagos, etc.), como la derivada del impago en un lapso de tiempo prefijado, siendo práctica general de las entidades de factoring el garantizar el pago en un plazo de noventa días desde la fecha del vencimiento (margen de cobro).
  • Financiación. El cliente puede disponer de anticipos sobre los créditos cedidos, en función de un porcentaje especificado en el contrato.
El factoring, en su modalidad más genuina comprende todos los servicios anteriormente mencionados, y se instrumenta como una operación de financiación rotativa, lo cual no obsta a que en otros casos se limite a alguno de los otros servicios. En el factoring, los créditos cedidos pueden estar documentados en cualquier forma admitida en derecho: letras, pagarés, recibos, facturas, certificaciones, contratos de operaciones en los que se especifique la orden del proveedor al cliente para que pague los documentos que emita el factor, o incluso transferencias al mismo, así como modalidades de pago mediante reposición por las transacciones realizadas entre ambos a los vencimientos convenidos.

La cesión de créditos a la empresa de factoring puede realizarse con o sin recurso, lo cual da lugar a la distinción entre:
  • Factoring con recurso. En esta modalidad operatoria la entidad de factoring no asume los riesgos de la operación puesto que en caso de impago de los créditos podrá ejecutar la vía de regreso frente al cedente.
  • Factoring sin recurso. Es en la práctica la modalidad más utilizada, y supone la asunción de todos los riesgos por la entidad de factoring, lo que implica calificación a efectos de nivel y aceptación del riesgo de los proveedores, por lo que el cedente deberá elevar propuesta a la entidad de factoring, quien en todo caso se reserva el derecho de admitir los créditos o rechazarlos, tanto si el cliente ya está clasificado como si no se efectúa una evaluación previa.
El factoring con cesión de créditos sin recurso no significa que el crédito se abone al cien por cien al cedente o que se conceda un anticipo cualquiera en firme, sin posibilidad de recuperación del cedente en todo caso, puesto que si se produce un impago por el deudor, total o parcialmente, por causas derivadas de defectos en la calidad o cantidad de las mercancías, trabajos o servicios, devoluciones, etc., la empresa de factoring no soporta el impago, si se prueba que éste no procede por insolvencia o simple dejación o mala fe del deudor. Todos estos condicionamientos constan en los contratos de factoring, que necesariamente son hechos a la medida, aun cuando incluyan una serie de condiciones generales típicas de estas operaciones, contratos y condiciones que están sometidos a las normas sobre transparencia de las operaciones y protección de la clientela. La gestión y los servicios, abarcan desde el análisis y evaluación de la capacidad de riesgo admisible de los deudores comerciales propuestos, hasta las tareas de control contable y administrativo de las operaciones, incluyendo emisión de facturas y documentos, si así se conviene, intercambios de información, gestión dinámica y permanente de los niveles de riesgos con cada deudor y su comportamiento respecto del cumplimiento de obligaciones.
Los efectos del factoring sobre la estructura financiera del balance de la empresa son distintos según la modalidad operativa del factoring. En el descuento comercial bancario la cesión del crédito se realiza "pro solvendo" y según el Plan General Contable, en el activo del balance se registrarán estas deudas de clientes mientras que en el pasivo figurará la financiación recibida en la cuenta de préstamos a corto plazo, causando baja en las respectivas cuentas a medida que vencen los efectos. Por el contrario, el factoring con cesión sin recurso para el tomador y cobro inmediato y anticipado al vencimiento de las deudas, produce el efecto sobre el balance de mantener un grado de liquidez permanente más elevado.
En cuanto a los costes de las operaciones de factoring, debe tenerse en cuenta que las condiciones de tipos de interés y comisiones son libres, y aunque en términos relativos puede afirmarse que resultan bastante elevados, cabe la posibilidad de negociación con la entidad de factoring. Naturalmente, dichas empresas de factoring sólo aceptan operaciones cuando se establece un contrato de cesión de cartera de cobro a clientes con un volumen que justifique los trabajos iniciales de evaluación de los riesgos de los clientes del cedente, en la modalidad de cesión con financiación sin recurso.
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El Crédito Interempresarial

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La importancia de la financiación comercial en la estructura patrimonial de las empresas es evidente, pero este convencimiento no es suficiente, ya que es necesario examinar la evolución de los derechos económicos activos y pasivos que se generan con motivo de las transacciones que constituyen el objeto de la actividad empresarial y su influencia en la solvencia económica y en la situación financiera de la empresa.
La evaluación y comprensión de las situaciones individualizadas es más eficiente si se dispone de información consolidada a diferentes niveles, especialmente el sectorial, sobre el comportamiento de la financiación interempresarial, esto es, sobre el crédito comercial concedido y recibido. Es difícil disponer de datos actualizados en esta materia, pero no obstante, en los apartados siguientes vamos a documentar este tema con los datos estadísticos disponibles, de modo que se pueda establecer la importancia del crédito interempresarial en las actividades productivas y las características de las relaciones del mismo con otras variables de la economía empresarial, sirviendo este examen para orientar el que se realice a nivel de una determinada empresa.
En la estructura del balance de una empresa, los activos constituidos por los saldos de clientes forman parte del activo circulante, en tanto que los proveedores son parte del pasivo circulante. Ambos son componentes de signo opuesto del llamado crédito comercial o financiación interempresarial y a las familias, pues en el crédito concedido se engloba estadísticamente también el otorgado a las economías domésticas, entidades sin ánimo de lucro y administraciones públicas, si bien sería de sumo interés desagregar esta información, y por supuesto a nivel de la empresa es necesario que se haga. Tanto el crédito concedido como el recibido forman parte, respectivamente, de los activos circulantes sin rendimiento y pasivos circulantes sin coste, aunque en los precios en bastantes casos se incluya un interés implícito como consecuencia de los usos de aplazamiento, excepto en los sectores en que las ventas son realizadas estrictamente al contado.
Una estructura aproximada global de las empresas españolas, basada en datos de la Central de Balances del Banco de España de 1991, es la que aparece en la figura 1 siguiente.

Figura 1 (Click para ampliar)

Cuadro 12 (Click para ampliar)

La figura anterior constata la realidad del ejercicio 1991 sobre un total de 4.702 empresas. No tiene más valor que el meramente informativo y como consecuencia de un desequilibrio en la representación de los distintos segmentos empresariales (empresas públicas, grandes empresas privadas y PYME) e incluso en el ámbito sectorial, puesto de relieve por la propia Central de Balances del Banco de España, la proporción media representada puede estar sesgada en relación con la que corresponda para el conjunto total de las empresas españolas. Pero por otra parte, incluso la media real sólo tendría un valor de referencia macroeconómica, porque para cada sector o incluso para cada empresa, la composición de los grandes grupos de valores patrimoniales será diferente en función de su actividad específica, su estructura de capital y su política financiera. Los usos en materia de crédito comercial y de financiación de las compras y las ventas difieren, evidentemente, de un país a otro, y ello da lugar a las diferencias tan significativas que se observan en el denominado "crédito comercial" del cuadro siguiente, diferencias que se suavizan notablemente si se incluyen los "otros créditos". El conjunto indudablemente son derechos de cobro a corto plazo del activo circulante.
En cualquier caso, vamos a comentar en los párrafos siguientes la posición del crédito interempresarial y el concedido a las familias que se aprecia en la figura anterior. En primer lugar debemos aclarar porqué englobamos los conceptos de cliente y otros deudores de la explotación. Bajo el concepto de "otros deudores explotación" se incluyen toda clase de deudores no clientes con origen en las operaciones de las actividades típicas del objeto de la empresa, como igualmente en el concepto del pasivo "otros acreedores comerciales" están incluidos todos los acreedores no proveedores, pero cuyos créditos tienen su origen en el tráfico típico de la empresa. En parte, constituyen crédito interempresarial no diferenciado en las estadísticas globales de la Central de Balances, como son los anticipos a proveedores en el activo y los anticipos de clientes en el pasivo y otros deudores y acreedores por conceptos de explotación distintos de compras y ventas, aunque también se incluyen los débitos de y a las diferentes administraciones públicas y la seguridad social. Es evidente que todo este volumen de deudores en el activo está sujeto al riesgo de impago o morosidad. Ahora bien, en las estadísticas y examen de la evolución del crédito interempresarial nos basaremos en los saldos de clientes y proveedores que son los datos con los que es posible realizar algunas comparaciones.
Ciñéndonos en el examen a los saldos de clientes y proveedores, vemos que representan el 43,5% del activo circulante y el 29,3% del pasivo circulante, respectivamente. El fondo de maniobra o capital circulante (8,4+20,3+6,0–17,7–3,2) asciende a un 13,8 de los activos totales, capital circulante que sólo en una proporción ínfima procede de recursos estables (13,8–13,2 = 0,6; o sea el 4,3%), por lo que puede considerarse financiado con crédito a corto plazo. En un sentido estricto, el fondo de rotación (diferencia entre activos inmovilizados y recursos estables o permanentes) es prácticamente nulo por lo que hemos indicado. Ello significa que, globalmente, el grado de solvencia a corto de las empresas incluidas en la Central de Balances en 1991 se aproxima a cero en términos cuantitativos. A la vista del volumen que representan los activos de deuda de clientes y otros deudores de la explotación, la cobertura del riesgo de impago o morosidad de estos activos, con fondos a largo, resulta que no llega ni al 3 por ciento. Todavía más, si consideramos los deudores por conceptos ajenos a la explotación, que representan el 2,6 del balance, el margen antes citado se reduce al 2,6%. Este examen permite apreciar el peso del crédito interempresarial en la evaluación de la situación financiera de la empresa. La calidad de este crédito, medida por su grado de morosidad, que puede apreciarse, como veremos, por el alargamiento en la rotación y el aumento de su volumen sin correspondencia con el de la cifra de negocios, es decisiva en la calificación de la solvencia a corto plazo.
Se observa con los datos de la Central de Balances que el crédito a clientes supera notablemente al crédito recibido de proveedores. Sin embargo, la diferencia no refleja la realidad porque habría que consolidar la totalidad de los balances empresariales, incluyendo los empresarios individuales, para determinar en qué parte el saldo de clientes correspondía a las familias (economías domésticas y entidades sin ánimo de lucro) o incluso administraciones públicas adquirentes de bienes y servicios, que consolidadas todas las empresas debería ser la única diferencia entre el crédito concedido y el recibido.

Influencia de las Posiciones Dominantes en la Negociación del Crédito de Proveedores

También las empresas refinancian su crédito a clientes con el que ellas reciben de los proveedores, y según los sectores y el tamaño de las empresas esta forma de refinanciación puede cubrir el total de los saldos deudores de clientes. Esta modalidad se ve sujeta a fuertes tensiones que provienen de las empresas dominantes en cada sector, especialmente respecto de sus suministradores o proveedores. En efecto, las grandes empresas que proporcionan pedidos importantes a empresas auxiliares o productoras de elementos o bienes acabados tienen un elevado poder en la negociación de las condiciones de venta, tanto en cuanto a aquilatar los precios como a ampliar los plazos de pago. En los últimos años esta perversión del crédito interempresarial de carácter comercial se ha agudizado, provocando que las empresas de menor tamaño o capacidad de negociación concedan de hecho bajo la apariencia de crédito comercial un verdadero crédito financiero a las empresas a las que suministran, crédito que no es remunerado, porque el afinamiento de los precios incluso acompaña a estas transacciones, pese a aumentarse el plazo de pago. La propia Comisión de las Comunidades Europeas está estudiando la forma de evitar prácticas abusivas en materia de aplazamientos de pago. En España, este problema está incidiendo de forma muy negativa en la pequeña y mediana empresa y en los suministradores de productos para las grandes superficies de venta y grandes complejos industriales. Es evidente que la única salida para las PYME es endeudarse más con el sector bancario, lo que origina costes financieros elevados e imposibilidad de utilizar su capacidad de crédito para fines de inversión y desarrollo.
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Financiación a Través de Intermediarios Financieros

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De todas las fórmulas de financiación vistas tanto en el anterior capítulo como en siguientes epígrafes del presente, desde el punto de vista empresarial, la financiación ajena mediante la captación de recursos de las entidades financieras es la más importante.
Dentro de esta financiación bancaria, aunque bajo este término vamos a englobar la procedente de todos los intermediarios financieros, generalmente suele distinguirse entre:
  • Financiación a corto plazo, como aquella cuyo plazo de devolución es inferior al año.
  • Financiación a largo plazo, que engloba todo tipo de operaciones de captación de fondos cuyo plazo de exigibilidad sea superior al año.
La demanda de financiación a largo plazo ha ido creciendo en los últimos tiempos. Para las empresas, la financiación sigue paralela a la evolución de sus decisiones de inversión y las posibilidades de obtener otras fuentes alternativas de financiación más ventajosas. Desde 1989 que comenzó a declinar el volumen de inversión, que había conocido un volumen espectacular desde 1985, y por el crecimiento de otras fuentes de financiación, la demanda de crédito bancario a largo plazo de las empresas se ha ido reduciendo.
A continuación, y sin ánimo de exhaustividad, se contemplan las operaciones de financiación más utilizadas por las empresas ofrecidas por los intermediarios financieros, aunque con anterioridad establecemos la difusa línea que diferencia las operaciones de crédito y de préstamo.

Diferencias entre Operaciones de Préstamo y de Crédito

El contrato de préstamo es aquel en el que la entidad financiera entrega al cliente una cantidad de dinero, obligándose este último, al cabo de un plazo establecido, a restituir dicha cantidad más los intereses pactados.
Por el contrario, en el contrato de crédito en cuenta corriente, la entidad financiera se obliga a poner a disposición del cliente fondos hasta un límite determinado y por un plazo de tiempo prefijado, percibiéndose periódicamente los intereses sobre las cantidades efectivamente dispuestas por el acreditado, movimientos que se irán reflejando en una cuenta corriente.
A efectos meramente ilustrativos, el cuadro siguiente resume las diferencias entre ambas operaciones.

Cuadro 10 (Click para ampliar)

Crédito en Cuenta Corriente

El contrato de crédito en cuenta corriente o apertura de crédito es aquel por el que el banco concede crédito al cliente (acreditado) por un cierto plazo y hasta una suma determinada, obligándose, a cambio de una comisión, a poner a disposición de aquél dentro de los límites las cantidades que le reclame en el plazo fijado.
Así pues, la cuenta corriente de crédito se establece en un contrato de crédito mediante el cual se autoriza al acreditado a disponer, durante el plazo de vigencia de la operación, hasta un límite establecido en la correspondiente póliza de crédito. El contrato atribuye al acreditado un derecho de crédito sobre la totalidad de la suma que la entidad de crédito pone a su disposición, si bien la obligación de restitución de éste queda supeditada a la efectiva utilización del mismo, que puede realizarse total o parcialmente, a lo largo de la duración de la póliza, admitiéndose tanto reintegros como abonos a la misma. Por tanto, la cuenta corriente constituye el estado contable de la operación, en la que se reflejarán los adeudos por disposiciones del beneficiario del crédito y los abonos por reintegros de esas disposiciones, de tal forma que el saldo deudor de la cuenta representa el saldo dispuesto en cada momento por el acreditado.

Préstamos

El contrato de préstamo es aquel por el que la entidad financiera (prestamista) entrega al cliente (prestatario) una determinada cantidad de dinero estableciéndose contractualmente la forma en que habrá de restituirse el capital y abonar los intereses remuneratorios, generalmente en unos vencimientos prefijados en el cuadro de amortización que acompaña al contrato. Se trata de un contrato real pues la entrega del dinero es un elemento esencial para que exista el contrato y, a partir de ese momento, se generan obligaciones para el prestatario. Entre las obligaciones del prestatario pueden citarse: pagar todos los gastos que pueda ocasionar la formalización del préstamo; abonar las comisiones devengadas por la operación; realizar las amortizaciones del capital en los plazos convenidos; pagar los intereses remuneratorios del capital en los plazos convenidos, así como los posibles intereses de demora que puedan generarse por su retraso en la amortización. En cualquier caso, al término del plazo de la operación, el prestatario ha debido restituir la totalidad del nominal entregado, cantidad a la que se habrán sumado, lógicamente, los intereses y comisiones devengados.
Los contratos de préstamo suelen instrumentarse en póliza intervenida por Corredor de Comercio, aunque cuando existen garantías hipotecarias se instrumentan en escritura pública autorizada por Notario, pudiendo también los préstamos documentarse mediante letras financieras. Atendiendo a las disposiciones establecidas en la Circular 8/1990, del Banco de España sobre transparencia de las operaciones y protección a la clientela, en los contratos de las operaciones de préstamo deberán indicarse, entre otros, los siguientes extremos:
  • El tipo de interés nominal que se utilizará para la liquidación de intereses o, en el caso de operaciones al descuento, los precios efectivos inicial y final de la operación.
  • La periodicidad con que se producirá el devengo de intereses, las fechas de devengo y liquidación de los mismos o, en su caso, de los precios efectivos inicial y final de las operaciones al descuento, la fórmula o métodos utilizados para obtener, a partir del tipo de interés nominal, el importe absoluto de los intereses devengados y, en general, cualquier otro dato necesario para el cálculo de dicho importe.
  • Las comisiones que sean de aplicación, con indicación concreta de su concepto, cuantía, fechas de devengo y liquidación, así como, en general, cualquier otro dato necesario para el cálculo del importe absoluto de tales conceptos, no resultando admisibles las remisiones genéricas a las tarifas.
  • Los derechos que contractualmente correspondan a la entidad de crédito en orden a la modificación del tipo de interés pactado o de las comisiones o gastos repercutibles aplicados; el procedimiento a que deberán ajustarse tales modificaciones, que, en todo caso, deberán ser comunicadas a la clientela con antelación razonable a su aplicación; y los derechos que, en su caso, goce el cliente cuando se produzca dicha modificación.
  • Los derechos del cliente en cuanto al posible reembolso anticipado de la operación, y los demás que deban incluirse de acuerdo con la normativa específica de cada entidad de crédito.
  • En cuanto a los gastos repercutibles, cuando su cuantía no pueda determinarse en el momento de la firma del contrato, figurará, al menos, su concepto. Cuando se repercutan gastos que la entidad haya satisfecho de forma globalizada y resulte imposible su individualización, los folletos de tarifas deberán recoger las cuantías repercutibles.
  • A efectos informativos se deberá incluir con referencia a los términos del contrato y al importe efectivo de la operación, el coste o endimiento efectivo de la misma, expresados mediante la indicación de una Tasa Anual Equivalente (TAE), calculada con arreglo a las disposiciones que se contienen en la norma octava de la Circular 8/1990, bajo la hipótesis de que las operaciones tendrán vigencia durante el período de tiempo acordado entre las partes y de que éstas cumplen sus obligaciones con exactitud y puntualidad.
  • El importe, número y periodicidad o fecha de los pagos que el deudor deba realizar a la entidad para el reembolso del crédito y pago de los intereses, comisiones y gastos repercutibles, así como el importe total de todos estos pagos, cuando sea posible, no resultando necesario incluir dicha información en las operaciones sin vencimiento o cuadro de amortización determinado. En las operaciones concertadas a tipo variable bastará incluir la información relativa al período en que se aplique el tipo de interés inicial, renovándose tal información con cada actualización del tipo de interés.
  • Los elementos de coste, distintos de las comisiones y gastos repercutibles, que el cliente debe pagar en el marco de la relación contractual, incluso por su propio incumplimiento, y de las condiciones en que sean exigibles. Cuando no se conozca su importe y si fuera posible, se facilitará un método de cálculo o una estimación lo más realista posible.
  • En los casos en que la operación dé lugar únicamente a pagos periódicos prefijados, la entrega de los sucesivos documentos de liquidación podrá sustituirse por la inclusión en el contrato de una tabla con todos los pagos o amortizaciones, con sus respectivas fechas, sin perjuicio de la entrega de los justificantes de cada pago. En caso de modificación de cualquiera de los datos de la tabla deberá entregarse un nuevo documento íntegro que incorpore los nuevos datos.
  • En los préstamos a largo plazo con liquidaciones periódicas y de igual cuantía, los documentos de liquidación que correspondan a períodos inferiores al año podrán sustituirse por otro único de carácter anual que los resuma.
Descuento Bancario

El descuento es un contrato por el cual la entidad bancaria (descontante) anticipa al cliente (cedente) el importe de un crédito aún vencido que éste tiene frente a un tercero, mediante la cesión a la entidad del crédito salvo buen fin y previa la deducción por ésta de un interés que se corresponde con el tiempo que media entre el momento del anticipo y el vencimiento del crédito. Esta movilización de los créditos permite al cliente la obtención de su importe, lo que mejora su liquidez, a cambio, claro está, de la deducción de un interés.

Descuento Comercial

El descuento comercial bancario es el que realizan las entidades de crédito, bancos y cajas, a sus clientes sobre los efectos de comercio en poder de éstos últimos para resarcirse del importe de sus ventas de bienes, suministros o servicios antes del vencimiento, con el objetivo fundamental de obtener liquidez mediante esta movilización de los créditos. El descuento comercial bancario puede ser:
  • Descuento simple o circunstancial. Aquel que se admite o negocia el descuento de un efecto o una remesa de efectos, sin que se presuponga el descuento de otras futuras, esto es, se practica el descuento de forma individual o aislada.
  • Línea de descuento. Aquella operación de descuento continua y repetitiva al amparo de una clasificación de riesgo comercial previamente estudiada por la entidad descontante sujeta a un límite (volumen máximo de efectos pendientes de vencer en cada fecha sobre los que el banco mantiene el compromiso de descontar) y unas condiciones para su renovación periódica (porcentaje de impagados, clases de papel, compensaciones, saldos de cobertura, etc.). Generalmente la entidad descontante se reserva el derecho de rechazar determinados efectos o suspender el descuento en un determinado momento, temporal o definitivamente.

Cuadro 11 (Click para ampliar)

El Banco de España considera crédito comercial "el descuento, por las entidades de crédito, mediante libramiento o endoso a su nombre, de efectos comerciales, letras, pagarés u otros efectos aptos para la función de giro, creados para movilizar el precio de las operaciones de compraventa de bienes o prestación de servicios, y también los anticipos sobre efectos comerciales, certificaciones y otra clase de efectos". En los últimos años su peso como medio de financiación del circulante ha decaído. No obstante, todavía tiene una considerable importancia y es posiblemente el medio más fácil para que la pequeña y mediana empresa movilice sus créditos comerciales, aunque los costes son muy considerables y la posibilidad de sufrir limitaciones coyunturales en los límites de riesgo en curso es muy elevado, porque es una de las formas de financiación en donde con mayor prontitud puede aplicarse una restricción de la política monetaria o una disminución del volumen de los activos para que una determinada entidad refuerce su liquidez.

Créditos de Firma

Los créditos de firma son créditos que no implican un desembolso efectivo por parte del banco, sino un compromiso de pago de una deuda en lugar del deudor principal, es decir, el banco no entrega ni pone a disposición del cliente dinero en efectivo sino que, con su propia firma avala o garantiza al cliente el buen fin de su operación con un tercero, basado claro está en la credibilidad y confianza que la firma de la entidad financiera proporciona. Se encuadran en esta categoría de créditos de firma las fianzas, avales, créditos documentarios confirmados, aceptaciones, etc. Los créditos de firma de las entidades de crédito son todos aquellos que se contabilizan fuera del balance de valores efectivos, se registran en cuentas de orden, pues son operaciones que garantizan o avalan obligaciones de pago contraídas por un cliente u obligaciones de cumplimiento de contratos de suministros, obras o servicios.
Estos créditos de firma exigen un análisis del riesgo en dos vertientes diferentes, Por un lado, requieren el examen de la solvencia y garantías generales o específicas que ofrece el cliente al que se concede el crédito de firma y, por otro, debe analizarse el condicionado del contrato de aval, afianzamiento o garantía a suscribir por la entidad, tanto en su aspecto formal como en la factibilidad del cumplimiento de las condiciones exigidas al obligado principal en el contrato causal del aval o garantía, más el grado de complejidad que incluyan factores adicionales de inseguridad o demora en la devolución de la fianza o cancelación del aval. Estas operaciones como cualquier otra de riesgo se pueden conceder con la garantía personal del cliente avalado o exigirse la cobertura del riesgo mediante garantía prendaria o avales de terceros.
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